Este 2020, es un año clave para
el Planeta pues debe marcar el inicio de las acciones que permitirán alcanzar
los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Los países deben presentar
este año estrategias que sean más ambiciosas que las propuestas hasta ahora,
para lograr así reducir en un 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero
al 2030 y tener cero emisiones al 2050.
El objetivo es evitar que la
temperatura del planeta se eleve por sobre los 1,5° C respecto al período
preindustrial. De no lograrlo, el cambio climático provocará “un efecto dominó
en cada gran desafío que enfrenta la humanidad”, advirtió el Secretario General
de Naciones Unidas.
Científicos aseguran que, en
medio de la incertidumbre de la epidemia nos abre una ventana para reflexionar
sobre las consecuencias que puede tener el cambio climático. Para Felipe
Castro, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para
América Latina y el Caribe, la ciencia ha encendido todas las alertas para
demostrar que, si no se toman acciones, el cambio climático “va a generar dolor
y sufrimiento humano parecido al que estamos viviendo ahora”. Y añade que “es
una profecía que está muy bien documentada por la mejor ciencia disponible en
el mundo”.
Las emisiones de gases de efecto
invernadero han disminuido y la calidad del aire ha mejorado a raíz de las
medidas de contención de los Gobiernos frente a la pandemia de COVID-19. Sin
embargo, la responsable de la agencia de la ONU encargada de velar por el medio
ambiente, Inger Andersen, explica que ese impacto es solo temporal, por lo que
el coronavirus ha de verse como la necesidad de construir una economía más
sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
La directora ejecutiva del
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen,
reflexiona en el siguiente artículo sobre cómo la pandemia de coronavirus
COVID-19 ha de verse como una oportunidad para construir una "economía
diferente, una en la que las finanzas y las acciones impulsen empleos
sostenibles, el crecimiento verde y una forma distinta de vida.
“La pandemia del coronavirus, que
ya ha causado devastación y dificultades inimaginables, ha detenido casi por
completo nuestro estilo de vida. El brote tendrá consecuencias económicas y
sociales profundas y duraderas en todos los rincones del planeta. Ante esta
turbulencia, como lo ha indicado el Secretario General de las Naciones Unidas,
el COVID-19 requerirá una respuesta nunca vista: un plan de "tiempos de
guerra" para enfrentar una crisis humana.
Y a medida que pasemos de esta
respuesta de "tiempos de guerra" a la etapa de "reconstruir
mejor", debemos tener en cuenta las señales ambientales y lo que
significan para nuestro futuro y bienestar, porque el COVID-19 no representa en
absoluto algo prometedor para el medio ambiente.
Cualquier impacto ambiental
positivo después de esta pandemia debe comenzar por el cambio en nuestros
hábitos de producción y consumo.
Los impactos positivos visibles,
ya sea la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero, son sólo temporales, porque se derivan de una
aguda desaceleración económica y un trágico sufrimiento humano. La pandemia
también provocará un aumento en la generación de desechos médicos y peligrosos.
IMPACTO POSITIVO Y NEGATIVO
- · Para entender lo que sucede, el también exdirector de la Escuela de Biología de la UASD pone el foco en primera instancia sobre los grandes centros urbanos del mundo y comenta cómo estos han tenido una disminución “casi radical” del transporte dependiente, aspecto que ha reducido la quema de combustibles fósiles.
- · A eso, agrega que las medidas como el paro laboral han llevado al cierre de muchas industrias que también se manejan en base a combustibles fósiles, lo que provocó una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que “puede resultar en un beneficio a la atmósfera”.
- · Dentro de estos beneficios, menciona que los impactos más inmediatos en el medio ambiente han sido la reducción de la contaminación del ruido y del aire.
- · Otro aspecto que destaca es que, ante las medidas de aislamiento, la basura en los hogares posiblemente se reduzca y esto a su vez disminuya la generación de las aguas residuales domésticas “por lo tanto, en ambos sentidos (contaminación y generación de basura) hay un impacto que se puede percibir en un tiempo relativamente corto”.
No obstante, el biólogo se toma
un momento para pensar y comenta que ese beneficio dependerá de que tanto
tiempo transcurra: “Habría que ver datos, pero pienso que depende de cuánto
tiempo dure esto, porque de dos a tres semanas o meses puede tener un impacto,
pero no uno a gran escala”.
Para Incháustegui, aún es muy
pronto para hablar de beneficios para el medioambiente a largo plazo dado que
el tiempo transcurrido no recompone el daño hecho al mismo durante años.
CONSTRUIR UNA ECONOMÍA
DIFERENTE
Cuanto mejor gestionamos la
naturaleza, mejor gestionamos la salud humana. Y a medida que los motores del
crecimiento comienzan a acelerarse nuevamente, necesitamos ver cómo el manejo
prudente de la naturaleza puede ser parte de esta economía diferente que debe
surgir, una en la que las finanzas y las acciones impulsen empleos sostenibles,
el crecimiento verde y una forma distinta de vida, porque la salud de las
personas y la salud del planeta son una y la misma cosa, y ambas pueden
prosperar en igual medida.
Referencias:
https://www.dw.com/es/qu%C3%A9-relaci%C3%B3n-tienen-la-pandemia-de-coronavirus-y-la-destrucci%C3%B3n-de-la-flora-y-la-fauna/a-53125129
https://news.un.org/es/story/2020/04/1472482
https://listindiario.com/vida-verde/2020/04/02/611381/el-impacto-de-una-pandemia-como-el-coronavirus-en-el-medio-ambiente
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